Las cantigas de Santa María, que fueron escritas a mediados del siglo XIII son un conjunto de 417 composiciones en honor a la Virgen María. La mayoría cuentan milagros sucedidos con la aparición de María. Se trata de canciones que comparten parte de las características de la música de los trovadores con la influencia de la música árabe y judía tan presente en la Edad Media en Península Ibérica.

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La letra de ésta habla de un peregrino, un hombre de Tolosa, que, después de haberse confesado, recibe la penitencia del Abad: viajar hasta Santiago con un pesado bordón de hierro. La cantiga cuenta la peripecia de este hombre con su curiosa penitencia.

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Es una composición que consta de numerosas estrofas con estribillo intercalado y está escrita en gallego-portugués.

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Aquí la canta el grupo de Eduardo Paniagua